Siempre que pensamos en las figuras literarias creemos que únicamente son mecanismos que encontramos en la literatura, particularmente en los textos poéticos. Y sin embargo, las figuras (en particular el símil, la metáfora y la hipérbole) llenan y enriquecen con gran expresividad las palabras de nuestra lengua cotidiana. Si nos encontramos a un niño pequeño jugando con el ratón del ordenador, no ponemos el grito en el cielo porque nuestro cerebro es consciente de que en la palabra «ratón» se está estableciendo una relación metafórica de semejanza e identificación entre el accesorio informático y el roedor. Tampoco al poner el grito en el cielo gritamos más de lo habitual, es simplemente que nos gusta exagerar con las palabras casi de forma innata, porque, sin duda alguna, todos somos carne de hipérbole.
Este es el tema del curioso documental al que enlazamos a continuación. En él se procura profundizar sobre el papel y la presencia constante de la hipérbole en nuestra lengua. Es mucho más frecuente de lo que imagináis.
Para ver el documental, solo hay que hacer clic en la imagen inferior. Esperamos que os guste tanto como a los que hacemos Palabra por palabra. ¡Disfrutadlo!
Palabra por palabra 